Esta magnífica auténtica finca está idealmente ubicada en una zona muy pacífica y nos regala unas espléndidas vistas panorámicas al mar y al paisaje.

La propiedad consiste en una casa principal de arquitectura ibicenca distribuida en dos plantas y con amplias terrazas cubiertas y una casa de huéspedes que goza de total privacidad.

No faltan los detalles como los techos de vigas de sabina, los suelos de terracota y las paredes de piedra natural.

La casa principal consta de un salón-recibidor en la entrada, un salón-comedor con chimenea y con salida a las terrazas parcialmente cubiertas, una cocina con zona comedor, 5 baños, 3 dormitorios, 2 cuartos de niño y 2 habitaciones de invitados con acceso individual.

La casa de invitados decorada con fachada de piedra natural, ofrece total intimidad a los huéspedes. Aquí encontramos un pequeño salón-comedor con cocina office y un dormitorio doble con baño, además de otros 2 dormitorios de invitados con 2 baños y entrada independiente.

Gracias a su terreno de 27.046m² con un rebosante jardín Mediterráneo y una piscina de 12x6m, esta propiedad es el proyecto perfecto para un hotel rural.