Los compradores de esta finca auténtica satisfacerán sus intereses tanto privados como comerciales, gracias a la licencia de alquiler turística que otorga a este inmueble de ensueño un valor añadido.

Desde el primer momento que entramos nos vemos atraídos por la tranquilidad que se respira en este lugar privado con fabulosas vistas al campo y que se alargan hasta el mar y el casco antiguo de Dalt Vila.

Aquellas personas amantes de las fincas se deleitarán tanto dentro como fuera de la vivienda ante los detalles históricos y el estilo arquitectónico típico de esta casa de campo ibicenca.

Las habitaciones de la casa se distribuyen en dos plantas en la vivienda principal, mas el ala de invitados, donde encontramos 3 dormitorios, todos ellos con baño en suite.

La planta baja dispone de una cocina rústica, un comedor, un vestíbulo que actualmente se utiliza como salón, una habitación de chimenea, 2 dormitorios con baño en suite y una habitación de niños.

La distribución de la primera planta se reparte en otro baño y 2 dormitorios conectados entre si, uno de los cuales posee una pequeña terraza cubierta con idénticas vistas a las mencionadas anteriormente.

Asimismo, varias terrazas cubiertas de vides que se encuentran en la zona de la piscina, entre la casa principal y el ala de invitados, prometen inolvidables veladas.

Al anochecer, cuando se iluminan las luces de Ibiza y Dalt Vila a nadie deja indiferente la magia que desprende este inmueble con valor de pieza rara……