En el noreste de la isla de Ibiza se encuentran preciosas playas, increíbles paisajes y calas escondidas y también donde poder disfrutar de la salida del sol. Esta preciosa casa unifamiliar con 2.000m² de terreno se encuentra entre árboles autóctonos y plantas, que le proporcionan absoluta privacidad.

La casa está distribuida en dos plantas.

La planta baja acoge una suite de invitados que se compone de salón/dormitorio, zona para cocinar y un baño con ducha.

Subiendo unas escaleras por la parte trasera de la casa llegamos a una terraza cubierta y alcanzamos la entrada principal de este encantador chalet que se abre a un espacioso recibidor.

Al lado de la puerta principal está el comedor abierto al salón situado justo al lado. Una chimenea se encarga de proporcionar calor en los días fríos del invierno. A mano izquierda de la entrada está la amplia cocina completamente equipada, comunicada con el comedor por un práctico pasaplatos.

A través de un corto pasillo llegamos a los dos dormitorios, un baño y un aseo de cortesía. Ambos están equipados con armarios empotrados y salida a dos preciosas terrazas cubiertas.

A un lado del segundo dormitorio una ancha escalera conduce al gran solarium donde las vistas abarcan desde las copas de los pinos hasta el mar de un profundo color azul. Las vistas desde la terraza situada delante del salón, el comedor y la cocina son las mismas aunque desde aquí podemos divisar el mar a través de los frondosos árboles.

La parte exterior de este inmueble es encantadora. En su fachada sur podremos disfrutar de la piscina y del jacuzzi y relajarnos alrededor de sus terrazas cubiertas parcialmente con techos de madera, o del patio con asientos de obra y una preciosa área donde hacer barbacoas.

La propiedad ofrece además un garaje.

Por su cercanía al mar y a la playa y su acogedor estilo fácil de mantener será un refugio maravilloso para sus nuevos propietarios.